Hay pocas cosas que me quiten el sueño y tú no eres una de ellas. Si me quieres me tendrás, pero antes quizás me tengas que hacer algo de daño. Porque, ¿qué es la vida sin dolor? Un sueño. Y yo no quiero soñar, quiero vivir.
Pero recuerda: seguiré durmiendo plácidamente, porque la vida me ha enseñado que la mejor forma de contrarrestar el dolor es con una sonrisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario